Una empresa británica ha desarrollado un cemento que puede absorber dióxido de carbono, una salida muy interesante para la arquitectura sustentable. Recordemos que el dióxido de carbono es el principal de los gases que causan el efecto invernadero en nuestro planeta, culpable a su vez del calentamiento global y del cambio climático.
Novacem es una pequeña empresa que pertenece al Imperial College London, que tiene como ideal reducir la huella de carbono de la industria del cemento, una de las más contaminantes. El cemento convencional suele ser responsable del 5% de las emisiones mundiales de dióxido de carbono. Más que la aerolíneas.
El truco es hacer cemento a partir de silicato de magnesio, y no de carbonato de calcio (cal para los amigos). Este material alternativo no emite dióxido de carbono cuando es fabricado y lo bueno es que mientras va envejeciendo absorbe gases invernadero.
Ahora gracias a la inversión de la Sociedad Real Británica Novacem podrá iniciar la fabricación con una planta piloto que esperan que esté funcionando para 2011. Esperan poder volver comercial su producto de aquí a cinco años.
La industria de la construcción está buscando reducir la contaminación en países como Inglaterra, donde la regulación sobre el tema es bastante estricta.
Novacem estima que por cada tonelada de cemento común que se pueda evitar reemplazándolo con el de ellos, se evitará la emisión de casi una tonelada de dióxido de carbono. O sea que se podría pasar de una industria altamente contaminante, a una que absorba gases de efecto invernadero. Sin duda un excelente panorama, si es que se propaga por el mundo.
Fuente: Scientific Américan
Publicado originalmente en: Sustentator.org
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